El Bautismo en el nombre de Jesús
BAUTISMO POR INMERSION
¿En nombre de Quien son bautizados los cristianos?
Es mi intención y oración que Dios use este breve artículo para ayudar a personas que han sido afectados por sectas pentecostales unitarias y otros movimientos legalistas modernos.
La primera y más importante e indispensable aclaración es esta: Afirmamos que la Biblia enseña que salvación de un pecador ocurre únicamente cuando el Espíritu Santo da vida a una persona que estaba muerta espiritualmente y lo lleva al reconocimiento de su necesidad de arrepentimiento y a creer en el Hijo de Dios Jesucristo como Señor y Salvador confiando plenamente que el sacrificio que Él realizó en la Cruz es suficiente para el perdón de pecados y la vida eterna.
El pecador no aporta absolutamente nada para colaborar en su salvación.
Tito 3:4,5 dice:
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”
Y Efesios 2:8,9:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
La vida eterna que recibe el pecador por la fe en Cristo depende por completo de Dios y nunca de algo que el hombre tenga que hacer:
Juan 3:36
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna”
Y I Pedro 1:5
“que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación”
Si alguien afirma que el perdón de pecados depende de algo que el hombre haga, estaría pervirtiendo el Evangelio.
Ninguna manera específica de realizar las ordenanzas sagradas sea el bautismo o la Cena del Señor hace efectiva la salvación de un pecador. El cristiano entiende que todas sus obras y obediencia a los mandamientos son realizados en respuesta de gratitud por la salvación recibida y nunca como requisito de salvación. Las ordenanzas sagradas (o sacramentos) son medios por los cuales Dios nos confirma Su gracia y por los cuales alimenta espiritualmente nuestra Fe pero nunca son requisitos para la salvación.
Tanto el Bautismo como la Cena del Señor tienen un propósito muy útil, son ritos o señales visibles que fortalecen y confirman la fe de los que ya son hijos de Dios.
Son parte de lo que solemos llamar “medios de Gracia” porque los creyentes están necesitados de más Gracia en su proceso de santificación y esta mayor medida de Gracia viene por el uso de estos medios:
Santiago 4:6
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”
Abordemos ahora el asunto de la fórmula correcta al bautizar.
En el siglo 20 surgieron grupos sectarios que insisten en que el bautismo debe ser realizado diciendo la frase “en el nombre de Jesucristo”, pero esto es por un deficiente entendimiento del lenguaje bíblico.
Los cristianos estamos llamados a hacerlo TODO en el nombre de Jesús, pero ¿qué significa esto?
Colosenses 3:17
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”
Esto no significa que siempre antes de todo lo que vamos a decir o cualquier acción que vayamos a realizar tengamos que pronunciar esa frase “en el nombre de Jesús”. Aquí tenemos un mandamiento, pero el mandamiento NO es pronunciar una frase constantemente al decir o hacer algo. No es así.
Hay muchas oraciones registradas en el Nuevo Testamento que carecen de la frase “en el nombre de Jesús”, pero sin embargo, afirmamos que esas oraciones sí fueron realizadas en Su nombre, si entendemos bien lo que eso significa.
Orar o hacer cualquier cosa en el nombre de Jesús, NO significa mencionar esa frase como si fuera una fórmula mágica. Lo esencial es entender qué significa hacer las cosas en Su nombre.
Cuando oramos en el nombre de Cristo lo que estamos haciendo es elevar nuestras plegarias, alabanzas y peticiones confiando en la mediación perfecta de Cristo y en Sus méritos perfectos.
Pero, una persona puede decir la frase “en el nombre de Jesús” repetidamente que, si no tiene verdadera fe en Cristo, tales palabras o acciones no son recibidas en el trono celestial, se vuelven palabras o acciones vanas porque la mediación de Cristo es indispensable para todo lo que hacemos.
Ahora veamos por qué las iglesias históricas siempre bautizaron utilizando la fórmula que Cristo ordenó en Mateo 28:19
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
¿Qué es bautizar en el nombre de Jesús?
Leemos esto en Juan 4:1,2
“el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos)”
¿Por qué quiso el Espíritu Santo que se incluyera en el texto sagrado esta aclaración en cuanto a los bautizados?
Se informa que había muchos siendo bautizados, pero se especifica que no era Jesús el que los bautizaba, sino sus discípulos. Esto precisamente es bautizar en el nombre de Jesús, bautizar en obediencia a Jesús, por encargo de Jesús y con Su autoridad. Los apóstoles no bautizaban por iniciativa propia, lo hacían como enviados autorizados por Jesús, por lo cual podemos afirmar que realizaban esos bautismos en Su nombre.
Eso es lo mismo que vemos repetidamente en el libro de los Hechos de los Apóstoles, personas siendo bautizadas en obediencia a Cristo, ejerciendo la autoridad que Cristo les dio para que pudieran administrar ese bautismo, por eso se especifica que fueron bautismos en Su nombre.
Sin embargo, para poder bautizar en nombre de Jesucristo, los que bautizan debían obedecer el mandamiento como Cristo específicamente lo ordenó y por eso debe incluirse la referencia indispensable al Dios único y verdadero, el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo.
Es esencial para el bautismo cristiano reconocer que el Dios el que salva a los pecadores, “La salvación es de Jehová” (Salmo 3:8; Jonás 2:9). Esto quiere decir que la salvación es trinitaria: El Padre eligió un pueblo desde la eternidad, el Hijo vino al mundo a redimir ese pueblo escogido y el Espíritu Santo regenera y da la fe a los escogidos de Dios para que vengan al Salvador Jesucristo quien es el único camino al Padre.
Es útil observar la fórmula históricamente usada por las iglesias bautistas en el momento de administrar esta sagrada ordenanza es la siguiente:
En obediencia al mandamiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y por la profesión de Fe que has hecho en Él, yo te bautizo mi hermano(a) en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
De esta manera se garantiza que los cristianos son bautizados en el nombre de Jesús en el sentido correcto del término, (porque Él fue quien dio el mandamiento y autoridad de bautizar), pero reconociendo al Dios único y verdadero en la administración de este signo y señal visible de la Fe.
Si alguien insiste que una forma específica de bautismo es necesaria para el perdón de los pecados, está negando la salvación por la Gracia, por medio de la Fe y rechazando la salvación de los millones de cristianos que por 20 siglos fueron bautizados de una manera diferente y se coloca a sí mismo fuera de la ortodoxia, es decir de la doctrina correcta de la Fe cristiana.
Finalmente, debemos insistir que una persona bautizada por un ministro de Cristo, usando la fórmula bautismal y el modo correcto aun puede estar sin salvación, porque la salvación no depende del bautismo. Si la persona bautizada no ha experimentado el nuevo nacimiento y la conversión su bautismo no le aprovecha de nada, porque antes de ser bautizados en el nombre de Cristo, debemos ser bautizados en Cristo.
“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” – Gálatas 3:27
¿Ha sido usted bautizado en Cristo?